En la dècada del 80, època de mi adolescencia llegaron a mì vida
sones de mùsica cubana de la mano de Silvio Rodriguez y de Pablo
Milanes.
Desde entonces no dejo de transitar las delicias de sus letras que
me trasportan y me llevan a buscar siempre un verso nuevo, una
nueva rebeldìa que se instala como base para que siga buscando
otras.
No podrìa decir cuales de las canciones de Silvio me gustan màs, la siguiente es una de ella....
Oleo de mujer con sombrero .
Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.
Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.
Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.
La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes
no llegan a amores, ni a historias,
se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndome al centro del miedo
y yo, que no soy bueno,
me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.
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