Vení...
sentate a mi lado,
contemplemos el mar.
Guardemos silencio.
Dejemos hablar al viento,
que acaricie libre el agua,
se transforme en brisa
y sale nuestros rostros y nuestras almas.
Guardemos silencio,
dejemos cantar a nuestros corazones,
sus eternos trinos irracionales.
Que entre ambos reine el inconciente
y se eleve desde lo profundo
la eterna luz del Ser.
Que se cieguen nuestros ojos,
que se acaben las palabras,
que cesen las razones.
Simplemente.
Dejemos hablar al viento.
La Negra
No hay comentarios:
Publicar un comentario