Siempre que recibo versos desde La Paz y de la pluma de Ignacio, una aroma a Borges invade mi alma...gracias, como siempre...
CERTIDUMBRES
Unas pocas cosas permanecen a pesar de la bruma:
la luna, espejo de tu alma en la noche.
La línea trazada por montañas,
el rumbo de un camino imborrable en el tiempo,
que de algún modo mi pensamiento recorre,
vanamente queriendo unir lo que de ti me queda
con este reloj que corre y corre en procura de la noche.
Quiero creer que fuiste feliz…
Que encontraste en tu propia infancia,
la infancia de las flores.
Quiero creer que aún cantas
con esa sutil alegría de vivir.
Quiero creer, que tú melodía,
tiene un poco
del eco de mi nombre.
Pronto llega un otro día;
mirando la distancia,
el trazo infinito del horizonte,
el vuelo imposible de unas aves
también imposibles,
los giros incontables del reloj.
Guardo una inalterable certeza
de que fuiste, eres, y serás,
más allá del tiempo, más allá de la distancia,
más allá de la vida.
Sonrío, con el brumoso recuerdo de tu sonrisa. Ignacio Caballero
Unas pocas cosas permanecen a pesar de la bruma:
la luna, espejo de tu alma en la noche.
La línea trazada por montañas,
el rumbo de un camino imborrable en el tiempo,
que de algún modo mi pensamiento recorre,
vanamente queriendo unir lo que de ti me queda
con este reloj que corre y corre en procura de la noche.
Quiero creer que fuiste feliz…
Que encontraste en tu propia infancia,
la infancia de las flores.
Quiero creer que aún cantas
con esa sutil alegría de vivir.
Quiero creer, que tú melodía,
tiene un poco
del eco de mi nombre.
Pronto llega un otro día;
mirando la distancia,
el trazo infinito del horizonte,
el vuelo imposible de unas aves
también imposibles,
los giros incontables del reloj.
Guardo una inalterable certeza
de que fuiste, eres, y serás,
más allá del tiempo, más allá de la distancia,
más allá de la vida.
Sonrío, con el brumoso recuerdo de tu sonrisa. Ignacio Caballero
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