jueves, 25 de diciembre de 2008

Nada va a cambiar, excepto yo mismo....


"...Domingo por la mañana. Me despierto fresco como una margarita. El mundo se extiende ante mí, sin conquistar; sin mácula, virgen como las zonas árticas. Trago un poco de bismuto y cloruro de cal para eliminar las últimas emanaciones plúmbeas de la inercia. Voy a ir directamente a su casa, llamar al timbre, y entrar. Aquí estoy, tómame...mátame de una puñalada. Apuñala el corazón, apuñala el cerebro, apuñala los pulmones, los riñones, las vísceras, los ojos, los oídos. Con sólo qye quede un órgano vivo, estás condenada...condenada a ser mía para siempre, en este mundo y en el próximo y en todos los mundos por venir. Soy un criminal del amor, un cazador de cabelleras, un asesino. Soy insaciable. Como cabellos, cera sucia, coágulos de sangre seca, cualquier cosa y todo que llames tuyo. Muéstrame a tu padre, con sus cometas, sus caballos de carreras, sus entradas gratuitas para la ópera: me los comeré, me los tragaré vivos. ¿Dónde está la silla en que te sientas, tu peinado favorito, tu cepillo de dientes, tu lima de uñas? Sácalos para que los devore de un bocado. Dices que tienes una hermana más guapa que tú. Muéstramela: quiero lamerle la carne de los huesos.







Cabalgo hacia el océano, hacia la tierra pantanosa donde construyeron una casita para incubar un huevecito que, después de haber adquirido la forma adecuada, fue bautizado Mara. ¡Quñe una gotita que salió del pene de un hombre produjera resultados tan asombrosos! Creo en Dios Padre, en Jesucristo, su único Hijo, en la Santísima Virgen María, en el Espíritu Santo, en Adán Cadmio, en el cromo de niquel, los óxidos y mercurocromos, en las aves acuáticas y los berros, en los accesos epileptoides, en la peste bubónica, en Devachán, en las conjunciones planetarias, en las huellas de los pollos y en el lanzamiento de bastones, en las revoluciones, en las bancarrotas, en las guerras, terremotos, ciclones, Kali Yuga y en el hula hula. Creo, creo. Creo porque no creer es volverse como plomo, yacer postrado y rígido, por siempre inerte, cosumirse...







Contemplo el paisaje contemporáneo. ¿Dónde están los animales del campo, las cosechas, el estiércol, las rosas que florecen en medio de la corrupción? Veo raíles de ferrocarril, estaciones de servicio, bloques de cemento, vigas de hierro, altas chimeneas, cementerios de automóviles, factorías, depósitos, fábricas de negreros, terrenos baldíos. Ni siquiera una cabra a la vista. Lo veo todo clara y nítidamente: significa desolación, muerte, muerte eterna. Ya hace treinta años que llevo puesta la cruz de hierro de la servidumbre ignominiosa, sirviendo sin creer, trabajando sin cobrar salario, descansando sin conocer la paz. ¿Por qué habría de creer que todo va a cambiar pronto, simplemente por tenerla a ella, simplemente por amarla y ser amado?









Nada va a cambiar, excepto yo mismo".







Henry Miller
"Sexus"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Sandra, Feliz Navidad para ti también. Acabo de recibir tu mensaje y me tomé la libertad de subirlo a mi blog, consignando que fue tomado del tuyo. Creo que tus palabras resumen los sentimientos de muchos.

Un gran beso

manuel dijo...

sería bueno que citaras la fuente

MILLER, Henry. "Sexus". Barcelona: Ed. Seix Barral. 1984. Pág. 8-9