viernes, 10 de octubre de 2008

Pensando en Revoluciones.


Pensando en revoluciones me topé con este artículo escrito por Fernando Peña en el diario "Critica de la Argentina" el 27/09/08. Tiene de trasfondo temático un tipo de revolución con la que concuerdo y que coincide con una frase que desde mi adolescencia gira y gira en mi cabeza cuando la escuché de labios de Facundo Cabral: la revolución fundamental es revolucionarse.
Y sobre todo lo que me interesa es la propuesta de revolucionarse desde el interior y con el Amor como guía. Creo, sin sonar a libro de autoayuda, que los sentimientos de agresión nos alienan. Nos quitan del eje fundamental de nuestro ser. La imagen para mí sería: crean una coraza que nos impide llegar al interior de nuestro ser, lugar en dónde está lo que realmente anhelamos y lo que realmente nos puede hacer crecer. Alienarse, salirse de si mismo es odiar, criticar, pensar en la vida de los otros, señalar con el dedo...pero dejaré que Peña lo diga a su modo....
DE VIVORAS Y SOLDADOS.
Las personas no somos buenas o malas solamente. Existen muchos adjetivos en el medio. Se dice que alguien es zorro, y no necesariamente es malo. También hay jodidos, fallutos, cagones, ladinos, veletas, alcahuetes y no son malos, no tienen mal corazón, no tienen mala leche. Hay muchas actitudes de los demás que nos llenan de dolor, de bronca, sin embargo no podemos acusarlos fehacientemente, no podemos encararlos o ir al choque porque de alguna manera quedamos en evidencia, quedamos pagando, como se dice. Quedamos como locos. Porque ellos no hicieron nada realmente.
Es un arte de cierta gente, el de tocar las fibrar más íntimas del otro sin que se les note, con cara de estampita; con el tono más amable te apuñalan donde más te duele, te joden, te hacen sentir mal, te arruinan en un instante. Trabajan para eso. Lo preparan.
¡Cuidados con esos miserables!(...)
El problema con esta gente es que por lo general uno tarda en darse cuenta. Uno tarda en detectar al enemigo. Se transforman en enemigos lentamente; lo que empezó como una pequeña venganza, defensa o aleccionamiento se convierte en una guerra sin piedad. Pierden piel, como las vívoras y como los soldados. Tienen estrategias, p0lanes de acción, se agazapan camuflados y se hacen notar solamente cuando ya es tarde, como las vívoras y los soldados.
Pónganse a pensar, todos hemos tenido una experiencia similar. Puede ser una persona muy cercana, alguien a quien queremos y que nos quiere. Puede ser alguien que nos atiende en un negocio, sí, ese a quien vemos a diario. Ese que parece tan amable. Puede ser alguien a quien vemos por primera vez, por ejemplo un acomodador en el cine o una recepcionistaen una empresa. Está lleno.
Hay mucho de esos que no pueden con su vida. Esos que no saben enojarse sanamente, esos que no lo dicen en el momento, esos que no saben personar y no perdonan. Esos que de pronto te la juran. Esos que escriben tu nombre en un papel y lo ponen en el freezer. Esos macumberos que te calcan en un muñeco de pañolenci y te pinchan con alfileres. Esos a los que por algo se te les ponés entre ceja y ceja, aunque sinceramente estés convencido de que no les hiciste nada. Esos que dicen ahora vas a ver...Esos a los que te les cruzaste sin darte cuenta y sin querer. Esos que te esperan, esos que te observan, esos que saben cuándo y cómo actuar para que vos quedés mal. ¡Ojo que existen!
Viven para eso, es su causa y su inspiración.
Viven por nosotros.
Mueren por nosotros.
Tienen un poder pequeño por lo general, un poder infinitesimal,pero un poder suficiente. Pueden tener el poder de no darte el asiento en el avión, o de no ayudarte para que tengas internet cuando la máquina se te descuajeringó. También tienen el poder de conocerte al dedillo, te sacan inmediatamente y saben dónde darte. Como algunos tenemos el poder para muchísmimas otras cosas ellos lo tienen para debilitarnos.
Existe solo una forma de combatirlos. Sonreírles. En todo momento sonreírles. Por cualquier cosa sonreirles. No perder la calma nunca. Ser sensatos, preocuparnos por ellos, ocuparnos de ellos. Adoptando casi una actitud hippie, conviertiéndose en Yoko Ono. El amor todo lo podrá. Una de las reacciones que más lo fortalecen es nuestro enojo, nuestra latinidad, nuestro arranque.
Juro que es en vano luchar contra ellos no sirve.Solamente una conducta oriental es la que funciona. Pero nunca hacerlo de mentiritas; como me decía mi abuela, tiene que ser una bondad genuina, auténtica. Tienen también el poder de detectar la falsedad, la conocen perfectamente. La huelen, ellos tienen mucho olfato...perciben hasta cuando temblamos, están al tanto de nuestro parpadeo. Es casi como estar bajo un detector de mentiras, hay que respirar mucho, hay que contar mucho hasta diez, hay que soportar muchísimo también. Cuando notan que te acercás de buena fe te van a odiar, vas a vomitar como Linda Blair en "El exorcista", pero es ahí donde hay que afirmarse y seguir, serguir con fe y amor...con convicción.
Actúan como los perros cuando les tenés miedo, y te muerden. Se comportan como caballos y te tiran. Como vívoras y como soldados. Por eso es recomendable estar atentos siempre. Es casi inexplicable el fenómeno que los lleva a estar esperando a su víctima, esperando arruinarles la vida por algo o porque sí no más, no se que les habrán hecho de chiquitos para ser así...no lo se. No se si es maldad o torpeza. No se si se dan cuenta. No se si son maquiavélicos o infantiles. No se por qué son así los que actúan en silencio esperando el fracaso ajeno.
Usted estará pensando que exagero, no señor lector. Usted porque seguramente, como yo, es bueno, pero esto es como los que dicen de las brujas, dicen que no existen...pero que las hay, las hay.
¡Oh! Jesús, save the lovely creature from the devil's paws...
Fernado Peña
¿Entendiste Alejandro?

1 comentario:

Anónimo dijo...

salve la criatura encantadora de las patas del diablo...