Amor mío,
Soy yo, amor mío,
Tienes que abrir puerta a puerta,
No me temas,
Pablo Neruda
Me dijo, que abriera la puerta, que entraba en mi vida para quedarse...lo dejè entrar, rompì mi castillo, derribè las puertas. Pero la vida pide...pide...y no da. No lo que esperamos. O tal vez si. Lo da. Pero somos cobardes. Tememos mirar de frente. Y la vida sigue. Y no espera. Y nos deja atràs. ¿Por què siempre quedo atràs? ¿Por què el silencio? Solo le dirè a la vida:
LA HORA
Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida aprisa.
Después..., ¡ah, yo sé que ya nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no más tarde.
Antes que anochezca y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante!
¿no ves que la enredadera crecerá ciprés?
Juana de Ibarbourou
Vida, tomame ahora antes de que sea tarde. Y ya no recuerde ni para que te queria, ni quien eres. Ni resuene tu voz en mi alma. Ni mis manos quieran cobijarte. Vida...no me dejes de lado, no me abandones a la orilla de este mar de ausencia y silencio. Vida...¿es tan corto el amor y tan largo el olvido como dice Don Pablo?
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