a veces la vida nos cansa tanto
que nos da ganas de rendirnos
escribì estos versos
para alguien que se rindiò
pensando en el ùltimo segundo
en el silencio final
Hay un momento
en que todo se nos antoja ajeno.
El sonido de nuestro nombre
pareciera sonar solamente
en el hueco de un alma
que ya está vacía.
La ausencia es no estar
aun estando.
Las certezas se han ido.
El mañana es una larga espera.
Las distancias empiezan a doler
como golpes lacerantes sobre nuestro cuerpo.
El Amor es solo una palabra
entre otras muchas
que ya no nombran nada.
Y entre tantas cosas fugadas de sentido
es uno mismo el que se marcha
caminando como espectro
entre seres que miran sin ver
y tanto oido perdido
en la comparsa de este mundo infame.
Silencio.
Silencio y nada.
Vacio de ser.
El último instante.--
en que todo se nos antoja ajeno.
El sonido de nuestro nombre
pareciera sonar solamente
en el hueco de un alma
que ya está vacía.
La ausencia es no estar
aun estando.
Las certezas se han ido.
El mañana es una larga espera.
Las distancias empiezan a doler
como golpes lacerantes sobre nuestro cuerpo.
El Amor es solo una palabra
entre otras muchas
que ya no nombran nada.
Y entre tantas cosas fugadas de sentido
es uno mismo el que se marcha
caminando como espectro
entre seres que miran sin ver
y tanto oido perdido
en la comparsa de este mundo infame.
Silencio.
Silencio y nada.
Vacio de ser.
El último instante.--
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