EL LABERINTO DE LOS SUEÑOS ROTOS
Nada ni nadie responde.
Tal vez busco absurdamente
un destino para mi ajeno.
Una y otra vez me sumerjo,
camino y me pierdo
en un laberinto infinito.
Cada nuevo intento
cada elecciòn y entrega
es un nuevo fracaso.
Son solo espejismos
que vienen a recordarme
que no es posible.
Para mì el Amor està negado.
No soy su huèsped esperado
ni soy admitida alegremente
en las puertas de su morada.
La soledad.
Ella sì me espera
en el centro del laberinto.
Quizàs deba admitir
feliz me destino.
Pero la felicidad
es un deseo.
Todos los deseos deben ser suspendidos.
Asì serè conducida
a descansar en paz
en el vaivèn eterno
del laberinto de los sueños rotos.
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